Eliminando Barreras
DIVERSIDAD FUNCIONAL
CONCEPTO
La diversidad funcional se puede definir como el fenómeno, hecho o característica presente en la sociedad que, por definición, afectaría a todos sus miembros por igual. Es decir, en la sociedad existen personas con capacidades o funcionalidades diversas o diferentes entre sí.
Diversidad funcional no es un término alternativo a “discapacidad”, sino un término para exclusiones o discriminaciones.
La Resolución WHA74.8 de la Asamblea Mundial de la Salud sobre el más alto nivel posible de salud para las personas con diversidad funcional insta a los Estados Miembros a que garanticen que las personas con diversidad funcional reciban servicios de salud eficaces como parte de la cobertura sanitaria universal; igual protección ante las emergencias; y acceso igualitario a las intervenciones de salud pública intersectoriales.
Se calcula que 1300 millones de personas — es decir, 1 de cada 6 personas en todo el mundo — sufren una diversidad funcional importante.
- Algunas personas con diversidad funcional mueren hasta 20 años antes que las personas sin diversidad funcional.
- Las personas con diversidad funcional tienen dos veces más riesgo de desarrollar afecciones como la depresión, el asma, la diabetes, el ictus, la obesidad o problemas de salud bucodental.
- Los establecimientos de salud inaccesibles suponen una dificultad hasta 6 veces mayor para las personas con diversidad funcional.
- Los medios de transporte inaccesibles e inasequibles suponen una dificultad 15 veces mayor para las personas con diversidad funcional que para las personas sin discapacidad.
- Las desigualdades en materia de salud se derivan de las situaciones injustas a las que se enfrentan las personas con diversidad funcional, como la estigmatización, la discriminación, la pobreza, la exclusión de la educación y el empleo, y las barreras que encuentran en el propio sistema de salud.
Organizaciones, asociaciones y entidades llevan años luchando para que dejemos de referirnos a las personas con diversidad funcional como “discapacitados”. Este término acarrea una serie de connotaciones negativas que sugieren que estas personas son menos válidas que los demás. Sin embargo, como ya te habrás imaginado, esto no es así. Sencillamente cuentan con capacidades diferentes, algo que nos les hace ni peores ni mejores, sino iguales. Debido a su importancia, en esta Página Web queremos facilitarte un listado sobre los diferentes tipos de diversidad funcional y cuál es la diferencia entre discapacidad y diversidad funcional
¿Cuáles son los tipos de diversidad funcional?
Existen distintos tipos de diversidad funcional. La clasificación se establece a partir del ámbito que se ha visto modificado, independientemente de cuál haya sido la causa. Veámoslos pues.
Motriz
Esta hace referencia a la reducción o imposibilitación de la movilidad, que puede ser total o parcial, en una o en varias partes del cuerpo. Esta situación hace que sea difícil realizar actividades habituales como andar o ejercer mucha fuerza. Las personas con diversidad motriz tienen problemas para desplazarse por la ciudad, puesto que la arquitectura urbana no se diseñó contemplando sus necesidades.
Sensorial
La diversidad sensorial es aquella en la que las personas encuentran reducidas sus capacidades para percibir información mediante los sentidos. Los principales son el oído y la visión.
Diversidad auditiva
La diversidad auditiva reduce la capacidad para percibir los sonidos. Puede producirse en uno o ambos oídos, y para evaluarla se suele examinar cuál es el grado de pérdida que ha habido. Las personas con diversidad auditiva pueden tener sordera o ser hipoacústicas (en aquellos casos en los que la diferencia se produzca de manera parcial).
Diversidad visual
Las personas que tienen diversidad visual suelen contar con un sentido de la vista limitado. Este puede provocar una pérdida parcial o total, en cuyo caso hablaremos de ceguera.
Intelectual
Las personas con diversidad intelectual tienen limitaciones en el área de la comprensión y la comunicación, incidiendo en sus actividades diarias. Esta situación afecta a las habilidades y cualidades que permiten el desarrollo habitual de las rutinas e influye en la relación que tiene la persona con su entorno. En definitiva, se ven afectadas las áreas relacionadas con el aprendizaje y la respuesta ante los estímulos del entorno.
¿Cuál es la diferencia entre discapacidad y diversidad funcional?
No existe una diferencia entre discapacidad y diversidad funcional, puesto que ambos términos pueden considerarse sinónimos. Sin embargo, y como hemos destacado anteriormente, no tienen la misma consideración.
El término ‘diversidad funcional’ ha surgido de forma alternativa a ‘discapacidad’. El objetivo es eliminar las connotaciones negativas y que acarrean expresiones como ‘invalidez’, ‘minusvalía’ o ‘incapacitación’, que sugieren que estas personas son menos válidas que aquellas que no se encuentran en su misma situación.
Es por ello por lo que es preferible emplear el término diversidad funcional, puesto que no establece una jerarquía de ‘válido’ o ‘no válido’ y permite concebir la situación de estas personas como algo diferente, y no como algo peor, como sucedía anteriormente.
¿Qué entendemos por diversidad funcional?
Como hemos mencionado al principio, la diversidad funcional se trata de un término que forma parte de la sociedad actual y que tiene en cuenta a todos sus miembros de forma igualitaria. Este concepto considera que todas las personas tienen una serie de capacidades y funcionalidades diferentes entre sí. El concepto de diversidad funcional tiene el objetivo de combatir la exclusión social.
¿Qué aporta la diversidad funcional?
Trabajar y estudiar con personas con diversidad funcional tiene muchas ventajas, especialmente en el entorno pedagógico. A nivel empresarial, se ha podido demostrar que su presencia mejora el entorno de trabajo y el clima entre los trabajadores, además de aumentar la rentabilidad de la empresa. En el aula sucede más o menos lo mismo, pues implica:
Una mejora de la capacidad de aceptación de los compañeros.
Permite desarrollar la inteligencia emocional.
Fomenta el entendimiento y la solidaridad entre alumnos.
Mejora la capacidad de los alumnos para relacionarse.
Potencia el desarrollo interpersonal.